viernes, 18 de diciembre de 2009

…un nuevo desafío: integración de las TICs en las escuelas.

Basado en el Extracto de Lugo, María Teresa y Kelly, Valeria (2008): “La gestión de las TIC en las escuelas: el desafío de gestionar la innovación”. En UNICEF – IIPE
UNESCO (2008): Las TIC. Del aula a la agenda política. Buenos Aires.

Las autoras, Lugo y Kelly, a la hora de encarar un “Proyecto TIC”, tratan de poner en relevancia un proceso de innovación, por sobre todas las otras cuestiones incorporar a las TIC en las instituciones educativas, aludiendo específicamente a una experiencia realizada en un Taller destinado a equipos directivos, dentro del marco del Seminario que realizó el IIPE-UNESCO, sede Regional Buenos Aires.
La gestión de las TIC en la institución escolar es, gestionar un cambio que apunte a la innovación capitalizando la gran potencialidad que estas tecnologías poseen para la construcción de aprendizajes,… ¡un verdadero desafío! Por eso, es importante, que la integración de las TIC sea objeto de decisiones desde los niveles de gestión institucionales (equipo directivo), y que las líneas de acción trabajen tanto en el ámbito administrativo como pedagógico.

Las especialistas, en su artículo describen las primeras acciones que comúnmente se llevan a cabo en las escuelas, los primeros pasos a la llegada de las TIC: la adquisición de hardware y software adicionales, el aprendizaje por parte de alumnos y docentes de los programas de uso mas frecuentes como los procesadores de textos, planillas de cálculo, programas de dibujo, presentación de diapositivas, etc. Este aprendizaje, expresan, se da inicialmente en materias específicas como informática, computación y TIC, sin integrar los nuevos recursos a contexto de enseñanza de otras materias o disciplinas.
Por otra parte, algunas otras iniciativas, basándose en la experiencia anterior, contemplaron la necesidad de elaborar un “proyecto TIC” teniendo en cuenta las características y necesidades de la institución, con el propósito de que cada escuela le de su propia impronta personal a la inclusión de las TIC, contemplando: innovación pedagógica integración curricular en áreas específicas, dinamización de procesos administrativos, etc..
En todas estas iniciativas, los equipos directivos juegan un papel protagónico e indelegable, como gestores del cambio que generan las TIC cuando llegan a las escuelas, no como expertos en informática sino como facilitadores, de este modo las competencias de liderazgo de los directores son determinantes, depende de ellos la capacidad para diseñar un proyecto de integración de TIC u orientar a su equipo docente para que lo haga. Deben planificar este proceso de innovación, otorgándole sentido a la inclusión de estas nuevas herramientas, con metas y objetivos claros, conteniendo y guiando a los docentes en las diferentes etapas de este proceso.
En síntesis, el directivo debe posicionarse como líder que apoya al equipo docente fomentando el trabajo en redes, la generación de una cultura común y la búsqueda de metas compartidas por todos. Así es como actualmente los programas nacionales de integración de TIC en educación tienden cada vez más a fortalecer la función de los directivos, generalmente en el marco de los programas de desarrollo profesional que apuntan a la innovación en las prácticas de gestión (módulo GesTIC 2009). Las actividades del director se orientan a unir a toda la comunidad educativa con la visión y los objetivos de la organización" (LUGO y KELLY, 2007).

Lugo y Kelly presentan una experiencia de capacitación y asesoramiento, desarrollada en un Seminario, con tiempos de trabajo y reflexión destinado a equipos directivos. El objetivo fue presentar los principales lineamientos de la gestión de las TIC en las instituciones educativas. Se trabajó en tres encuentros, y los tópicos abordados en el taller fueron:
1 – Las TIC como ventana de oportunidades para la innovación institucional
2 – Cómo gestionar proyectos con TIC
3 – Actores y recursos: ¿Quiénes y con qué?

Se reorganizan los tópicos respecto de la estructura original, enfatizando y profundizando los aspectos que mayor interés recibieron por parte de los asistentes. Así es como se toma el concepto de innovación como punto de partida, priorizando la idea que la simple instalación de computadoras en las escuelas no deja de ser un cambio superficial, este hecho aislado, no cambia necesariamente los modos de enseñar, aprender y gestionar. Por esta razón, la innovación deberá apuntar a potenciar estas prácticas otorgándoles sentido a las TIC más allá de si mismas.

Hacen mención, que la innovación debe apoyarse en sus puntos fuertes “puntos de apalancamiento” (Senge, 1998), para llevar hacia delante el proceso de transformación, destacando la importancia de trabajar en un ambiente en el cual, se puedan tomar riesgos, y teniendo en cuenta que el riesgo es un componente de la innovación, ha de tomarse al “error” como un elemento del aprendizaje. Todo cambio cuestiona un estado de situación inicial; por lo tanto, es necesario que los actores involucrados consideren la mirada del otro, donde las críticas o diferencias que se expongan no sean vistas como amenaza, sino como mejora y crecimiento profesional. Ampliar la mirada,… genera confianza. Confianza entre toda la comunidad educativa, que son quienes intervienen en el proceso de innovación.

Señalan, que toda innovación debe ser planificada de forma cuidadosa, al que se suma sin lugar a dudas “un proyecto de integración de las TIC” en la escuela. Lugo y Kelly agregan, que el director debe organizar el desarrollo de una estrategia acerca de la disponibilidad de los recursos (limitados o no) de TIC para todos aquellos que los quieren utilizar, teniendo en cuenta que la demanda casi siempre sobrepasa la oferta. En segundo lugar, debe decidir cómo ayudar a los equipos docentes a desarrollar un enfoque más sistemático de la gestión de las TIC dentro de sus aulas. A la vez, debe inspirar colaboración, cohesión, integración y sentido, respetando la diversidad de aportes de los diferentes actores para la mejora escolar.
El rol del director toma una nueva puesta en valor, tanto como habilitador de las TIC, como gestor del cambio, y dentro del proceso de innovación es importante tener en claro la diferencia existente entre administrar y gestionar. Su compromiso con los objetivos a alcanzar, aumentan la posibilidad de consolidación y crecimiento de la innovación. Con su presencia y respaldo en la conducción, el proyecto TIC, sigue adelante, sorteando resistencias, temores, y conflictos que resultan seguramente del uso de nuevas herramientas; por lo tanto él como líder distribuirá tareas, organizará equipos de trabajo con sus tiempos y espacios. Así mismo, debe incentivar el aumento de saberes de los profesionales que integran la institución, y tener la capacidad de convocar a todo el equipo para la realización de proyectos innovadores, instalando nuevas dinámicas de participación previos acuerdos institucionales.
Entonces, y como decíamos al comienzo, estamos frente a un nuevo desafío, o porqué no decir, ante el primer gran desafío innovador en políticas educativas, con la presencia de Proyectos de integración de TIC; por lo tanto no dejemos de planificar con ellas.